viernes, 17 de junio de 2016

Sobre la obra de Cesar Issac García

Por Marco Armenta



La Obra de César ha mantenido una coherencia a lo largo del desarrollo
en el ultimo año, la reflexión en torno a la temática de lo urbano, el
espacio y algunos límites, discontinuidades de lugares comunes , la obra
es proyectada con estas inteciones, como autor empírico ideal se tiene
conciencia de la equivocidad de estas intenciones.
En la obra por parte de César hay una intención de generar extrañeza en
lo que pareciera ser un lugar común, plantea un espacio de incertidumbre
ante el espectador, ha ahí un conflicto de intencionalidad entre lo
que quiere decir y lo que se quiere leer, un conflicto de ideas o conceptos, ambigüedad . se puede leer la obra desde el concepto del paisaje
para conocer en cierta medida su intencionalidad.
Pensemos el paisaje no como un genero artístico sino como un medio,
un proceso en el que se forman identidades sociales y subjetivas, visto
desde un perspectiva semiótica y hermenéutica el paisaje puede ser
tratado como una alegoría de temas ideológicos o fisiológicos.
El paisaje como medio cultural tiene un doble rol con respecto a lo ideológico:
vuelve natural una constricción social y cultural , representando
un mundo artificial como si simplemente estuviera dado o fuese inevitable,
y la vez esta representación tiene una función invitando al espectador
a en cierta medida determinar la relación que guarda con esta vista
y el sitio, así es que el paisaje nos da la bienvenida como un espacio,
ambiente , aquello en donde podemos encontrarnos o perdernos.1
Esto requiere un conocimiento de uno mismo como espectador, reflexión
que nos hace introyectar la obra hacia nuestras propias circunstas
psico-sociales, contrastandolas con las del autor.
Ciertos elementos como la tubería en la parte derecha y la ventana
semi-abierta evocan un espacio urbano habitado o habitable, la ventana
rompe en alguna medida con el ritmo predecible de la estructura reticulada,
que este espacio y en general en la obra de César , no se ven personas
en convivencia con el contexto urbano, si encontramo vestigios de
actividad humana , me remite a una obra que se presento anteriormente
donde en un paisaje urbano aparentemente inhabitado aparecen ventanas
con algunas luces encendidas.
Dentro de esta ventana o mas bien fuera de ella, se ven 3 formas inestables
que entre si generan una especie de triángulo ajeno a la estructura
ortogona, formas ambiguas que bien pueden ser sombras que rompen la
fuente de luz , que se mueven en este pequeño plano-ventana o algún
tipo de evidencia de actividad exterior , que se asoma con el morbo de
encontrar algún hallazgo en el otro lado, así la ventana tiene este carácter
de bilateralidad.
Loa acabados del interior son simples, carecen de adorno, tiene alguna
referencialidad con la arquitectura utilizada en construcciones de
uniddes habitacionales en serie. La progresión de mosaicos se puede
ir extendiendo hasta que el espectador lo interprete, de esta forma el
espacio se prolonga y rebasa un poco la finitud del formato para establecerse
en un espacio imaginario,la intencionalidad de esta obra está en
mostrar un espacio donde convivan los límites del exterior y del interior,
al mismo tiempo una una alegoría del espacio físico y el psíquico.
Se menciono antes que hay una intención en la obra de generar discontinuidad
en lo que pareciera un lugar común , en la teoría de las catástrofes
se trata de explicar la discontinuidad como un hecho de naturaleza
posicional, un punto crítico en el que puede transformarse en su sentido
contrario, la morfología de esta obra se caracteriza por un sistema reticular,
dentro de este sistema podemos encontrar algunos puntos críticos
que generan discontinuidad como son las sombras detrás de la ventana o
de la luz , nos encontramos entonces con los límites entre el estar dentro
y el estar fuera de un espacio determinado, la ventana pequeña, apenas
abierta pude estar en el punto, aunque someramente, puede ser un vaivén
entre la dos dimensiones interior y exterior, aunque creo que no llega
a ser un punto de catástrofe determinante en el sentido que le puede dar
a las formas dentro de la ventana y el cuadro mismo.
La obra se puede considerar un contorno o contenedor de acción estética,
en cuanto a la correspondencia de valores presentes en la obra,
morfológicamente ya se ha mencionado que tiene una estructura ortogonal, incluso conforme a una retícula en general que contrasta con los tres
elementos deformes del centro, tiene una sensación de abandono, en
un sentido de valor estético posee cierta extrañeza , mantiene un aire de
suspenso, al mirarlo detenidamente hay algo que me incomoda, como si
se estuviera viendo a un asesino cuando aparece en el reflejo de la ventana
en una pantalla, es disforico por la pasividad en el ritmo y la paleta de
color, en una cuestión moral o política de la obra podría resultar como un
agente que muestra condiciones del contexto socio - urbano.
La composición ortogonal ha sido un eje en el desarrollo estructural en
la obra tal vez por la idea preconcebida de un trazado urbano como una
especie de retícula , en diferentes niveles es utilizado este recurso en
esta y las obras anteriores, el trazado reticular del contexto interior de la
pared que nos remite a una habitación , nos invita a construir el faltante
del espacio.
El color tiene una aplicación plana , de una cualidad carente de mucha
materia, tanto en los mosaicos como en la ventana hacen que el espacio
se vuelva un tanto indeterminado, tiene un aire de render arquitectónico,
como si se buscara lo plano del color digital , algo que se ve puede
encontrar con mas contundencia en la pintura de Ulf Puder, en la obra
figura (2) Sommerfrische, 2013, òleo
sobre lienzo, 160 x 180 cm

“Sommerfrische”(fig.2) que el celaje es un degradado con la suavidad de un
mapa de bits, hay contrastes cromáticos muy suaves, con predominancia
del verde olivo, y contraste lumínico por el claroscuro que genera la
ventana como elemento central y fuente de luz.
Se puede hablar de un serialismo cromático, cada mosaico funciona
como unidad, hay valores repetitivos que se van intercalando dentro de
la progresión, como si fueran valores numéricos en una estructura de
composición musical serialista, que en gran medida se atribuye al com-
positor austriaco Arnorld Schönberg, una técnica que se basa en recorrer la
serie cromática sin repetir ningún sonido, utilizando una tabla de valores con
4 funciones principales (fig.3) una limitante atribuida al cuadro de Shonberg es
que vuelve la composición un tanto predeterminada.

figura (3) Matriz de “S uite 25”,
Arnorld Schönberg

La pincelada es una capa homogenea, hay una aplicación directa del color sin
mezclarlo en el lienzo, de esta manera se da una gestualidad muy suave.
El sistema de signos dentro de esta obra esta constituido por los procesos
materiales y mentales que se mueven dentro de un campo semántico, el
signo es un nexo entro lo imaginario o el significado y los procesos que sería
el significante, el sistema principalmente esta compuesto por signos plásticos,
en los que el plano de la expresión también alude al plano del contenido , es
decir , los pequeños cuadros con variaciones cromáticas nos remiten a un
mosaico que en su conjunto nos da la idea de un espacio urbano por sustitución,
las formas con las que se juega en la ventana nos evoca el exterior,
estos signos plásticos conviven con signos cargados de iconicidad, principalmente
la ventana en su marco que asienta la idea de un espacio mas definido,
tal vez un baño, aunque es un espacio un tanto ambiguo, tiene delimitaciones
pero es inestable, esto debido a una codificación blanda en el sistema.
En el discurso pictórico de la obra que presenta César se generan figuras retóricas
por adición, hay una repetición de elementos con variación, se fija un
unidad y a la vez se construye un espacio, resultando en una sinéqdoque en
la que se toma esta pequeña parte de pared, mosaicos y ventana como toda
una idea de una habitación , o incluso un clomplejo habitacional, y este espacio
habitacional es una alegoría de algunas condiciones urbanas y sociales
que subyacen en nuestra cotidianidad.

1. W.J.T. Mitchell , Landscape
and power