lunes, 3 de junio de 2024

Aproximaciones a la obra de Paulo Romero
por: María Fernanda Enríquez Martínez 

Paulo Romero
Tercia
acrílico y óleo sobre soporte rígido
54 x 96 cms.
2024

"Tercia" es una obra realizada con pintura acrílica y óleo, en un formato rectangular, de soporte rígido, con dimensiones de 54 x 96 cm. La escena muestra varias manos sosteniendo teléfonos móviles, cada uno presentando la imagen de perfil de distintos hombres tomándose una selfie. Las manos y los teléfonos están dispuestos sobre un fondo que recuerda a una tela arrugada, con tonos cálidos y rojos predominantes que le añaden una sensación de intimidad y cercanía. Las imágenes en los teléfonos tienen un estilo abstracto y expresionista, con colores vivos y trazos fuertes. Tras observar de manera general la obra, podemos llegar a la conclusión de que la pintura presenta tres elementos principales: las manos, los celulares y el fondo o la habitación. Es por esto que analizaré cada uno de estos elementos desde distintos planos semióticos.

Iniciando con el plano sintáctico, podemos observar que la obra se nos muestra en primera persona, en una suerte de elipsis por parte del autor y una sinécdoque pictórica en primer plano, las manos de los personajes principales pero no sus caras. Nuestra mirada se posiciona en cámara subjetiva, como si nosotros, los espectadores, fuéramos parte de la escena. Ante nosotros se presentan tres manos masculinas, cada una sosteniendo un teléfono celular. El autor hace uso de la repetición de elementos para generar una composición impar vertical. En cada teléfono celular se muestra la fotografía de perfil de tres sujetos distintos. Cada una de las imágenes nos presenta la fotografía de perfil a modo de selfie de cada uno de los sujetos. Las imágenes desdibujadas y sin mucho detalle nos permiten tener una idea ambigua de la apariencia de cada uno de los hombres, al mostrarnos su color de piel, color de cabello, complexión física, así como su edad. Sin embargo, la información presentada no nos permite tener información de rasgos físicos específicos del rostro del sujeto ni tampoco de su nombre, presentándonos una elipsis icónica de los sujetos.

La escena se sitúa en lo que se parece ser un cuarto, mostrándonos a las tres manos tomando los celulares sobre una sábana blanca con muchos pliegues y un cuarto celular situado en la esquina superior izquierda. La iluminación de la pintura juega un papel muy importante dentro de la composición, ya que muestra luces fuertes con colores neón producidas por una fuente de luz artificial que podemos identificar como los teléfonos celulares.

Desde un punto de vista sintáctico, la pintura llama la atención por dos cualidades específicas: la aplicación de la pintura sobre el lienzo y su paleta de color. En cuanto a la aplicación de la pintura, podemos identificar en términos expresivos que la obra está realizada con pinceladas libres, haciendo uso de la representación como una semejanza de la realidad y una expresividad contenida. Esto responde a un plano subjetivo con una evidente manipulación de la imagen, así como un interés por parte del autor en evocar una sensación de materialidad. Cada uno de los elementos de la pintura está realizado a partir de bloques de color con sombreados duros, recordando un poco la pincelada de Siqueiros.

Por otro lado, la paleta de color utilizada dentro de la obra es otra característica destacable. Podemos identificar que el autor hace uso del color para evocar un estado anímico en el espectador, empleando la metáfora y el símbolo asociados a los colores para generar una experiencia sensorial. Dentro de la obra predominan los colores saturados y se presenta una yuxtaposición de elementos en donde aquellos asociados al plano de la realidad, como las manos y el ambiente, se muestran con colores cálidos. En contraste, los elementos de la digitalidad, asociados a los perfiles del celular, se presentan con colores fríos.

En cuanto al plano connotativo, podemos volver a enfatizar el uso del color y la pincelada. Analizando cada elemento de la obra, podemos observar que el fondo y las manos, pintadas con bloques de color, sombras y puntos de luz duros en tonalidades cálidas, evocan una sensación pasional, carnal e intensa. Mientras que, las fotografías de perfil presentadas en las pantallas del celular se nos muestran con la misma técnica de bloques de color, pero en tonalidades frías, generan cierto distanciamiento hacia los sujetos presentados.

Por otro lado, vemos cómo las manos son representadas con monumentalismo, volviéndose un elemento central de la pieza, ya que se muestran con dimensiones agigantadas y con distintas expresiones gestuales. Por lo tanto, analizar este elemento se vuelve fundamental dentro del plano connotativo.

Empezando con la cantidad de manos presentes en la obra, tres, un número impar que sugiere la existencia de más de una persona involucrada. Esto, aunado al título de la obra “Tercia”, nos permite colocarnos en un escenario de multiplicidad. En cuanto a los gestos de las manos, podemos observar que cada una de ellas se encuentra en una posición particular. Las dos primeras manos, vistas de derecha a izquierda, presentan cierta tensión en su gesto, evidenciada por las venas y músculos tensos, mientras que la última mano se muestra con una expresión un poco más relajada.

Haciendo un poco más de hincapié en la expresión corporal, podemos concluir que la primera mano sugiere un sentido de anhelo y deseo, pues parece querer tocar aquello que ve reflejado en la pantalla del celular. La segunda mano, en cambio, se muestra cautelosa, analizando el perfil que la aplicación de citas le muestra. Y por último, la tercera mano se nos muestra entrando en un estado de reposo, dejando caer el celular.

Pensar en las manos como elemento central, podemos reflexionar sobre las connotaciones simbólicas que tienen. La mano como "diosa" de la creación, como aquel elemento que nos permite conectar nuestra subjetividad con la realidad: la mano mediante la cual entramos en contacto con los otros, con la materia, con el exterior. Mónica Cerrada Macías indica al respecto:

    Los gestos de la mano, como lenguaje no verbal común al hombre, pueden expresar los diversos afectos  del ánimo y evidencian la estrecha relación entre la mano y la mente, pues la mano expresa lo que la  mente piensa y lo que el hombre siente, siendo capaz de reflejar la interioridad psíquica.1


Por lo tanto, podemos concluir que la obra intenta presentarnos la relación entre el yo y el otro a través de la digitalidad. Otro punto importante en la composición son los teléfonos celulares, aparatos electrónicos que tienen una doble función: presentar a estos sujetos como imágenes y materia de consumo a través de lo que parece una aplicación de citas, y generar puntos de luz en la composición.  Los aparatos electrónicos y su manera particular de generar luz son aprovechados por el autor para crear un ambiente cálido, pasional y carnal. La luz generada por el celular se convierte en un elemento que une la frialdad de las imágenes digitales con la realidad presentada en la pintura. Si observamos detenidamente, podemos apreciar cómo la piel que está en contacto con los dispositivos se ilumina y se calienta a tal punto que podemos ver la luz traspasar la piel, volviéndola más cálida y recordándonos su estatus humano.

Para terminar, analizaremos el último elemento de la obra: la habitación. Si bien la pintura no nos permite tener una idea clara del lugar donde se está desarrollando la situación, somos conscientes de que bajo las manos presentadas en la obra se encuentra una sábana, lo que podría sugerir la presencia de una cama. Dado que la sábana expuesta no está tendida y observando la cantidad exagerada de pliegues, en una suerte de acumulación de texturas, podemos intuir que esta cama fue testigo de algo, colocándonos en un escenario íntimo, en un terreno secreto, doméstico y prohibido. En palabras de Miguel Calvo Santos: "¿Hay algo más evocador que una cama sin hacer?".2

Otro punto importante de la habitación es la luz. No existe luz natural en la escena y la única fuente de luz es producida por los aparatos electrónicos, lo que nos sugiere la existencia de oscuridad en el cuarto. También llama la atención los colores con los que el autor ha decidido representar la luz: colores brillantes que nos recuerdan los neones asociados a la vida nocturna, los moteles, la vida de exceso y de lujuria.

Finalmente, en el plano pragmático, podemos analizar los códigos de acceso y los puntos de catástrofe que la pintura posee. El primer código de acceso identificable en la pintura son sus cualidades estéticas, pues la paleta de color, la pincelada, la construcción y el tratamiento de la imagen exigen una respuesta estética por parte del espectador y al mismo tiempo provocan un interés por conocer más sobre la escena presentada.

Otro código de acceso que se puede apreciar en la obra es la selección de una escena cotidiana que se presenta como cercana al espectador, exigiéndonos una respuesta tímica en la que podemos reconocer elementos de nuestra cotidianidad, como el celular o la alusión a las aplicaciones de citas digitales. Apelando a elementos fácilmente reconocibles que residen en el imaginario colectivo de la población, la obra busca generar un sentido de empatía ligado a lo subjetivo y lo emocional.
Además, se puede identificar como punto de catástrofe el aura que la obra emana, con un carácter íntimo y autoreferencial que se puede intuir de la escena. Se nos exige una respuesta tímica, a la que podemos atribuir el tropo de sinestesia, ya que se apela a una experiencia sensible que se basa en generar familiaridad y empatía al seleccionar una escena cotidiana que se presenta como cercana al espectador, así como al reconocer elementos como el celular o al hacer alusión a las aplicaciones de citas digitales. Estas características pueden ser identificadas como conscientes y explícitas por parte del autor, pues buscan generar un sentido de empatía ligado a lo subjetivo y lo emocional.

Por otro lado, me parece interesante la manera en la que se decidió pintar la escena, ya que considero que esta decisión se convierte en un punto de catástrofe dentro de la obra, pues posiciona al espectador bajo una mirada casi voyeurista dentro de la escena. Esta perspectiva se convierte en una estrategia por parte del autor para generar un código de acceso a la obra, en la que el observador se vuelve un participante más de la escena, un cómplice del momento presentado. Nos encontramos acorralados, como un niño que no quiere mirar pero que no puede dejar de hacerlo.

Para concluir, me parece pertinente complementar el análisis de la obra con el posicionamiento del autor. Considero que la pintura posee intenciones explícitas, conscientes tácitas e inconscientes tácitas. Comenzando con las intenciones conscientes explícita, estas se pueden observar en la respuesta que la obra exige por parte del espectador y que, como hemos desarrollado en el punto anterior, se relaciona con el carácter íntimo, la referencialidad y el uso de elementos cotidianos por parte del autor para generar experiencias sensibles.

Las intenciones conscientes tácitas que conocemos tras hablar con el autor, son en su mayoría relaticas al proceso de producción de la obra en la que se ha hecho uso de la digitalidad para generar los bocetos y ciertos elementos compositivos, así como decisiones estilistas. Y si bien creo que son importantes, no las considero imprescindibles para poder acceder a la comprensión de la obra.
Finalmente, las intenciones inconscientes tácitas, que a mi parecer son las más fuertes dentro de la obra, evocan una poderosa sensación de carnalidad. Aluden a los sentidos y al deseo por contacto, mismas alusiones que, al platicar con el artista, podemos situar en como intenciones involuntarias pues el autor era ajeno a este sentido. Esta involuntariedad me parece todavía más interesante, pues puede mostrarnos una faceta que posiblemente el autor apenas esta por descubrir.

La obra “Triada” de Paulo Romero no solo explora la interacción contemporánea entre el yo, los otros y la digitalidad, sino que también nos muestra la importancia y la necesidad del contacto como parte de las relaciones que establecemos con el otro. Como hemos discutido a lo largo del semestre, si bien podemos intentar analizar y acercarnos a la interpretación de la obra, el modelo hermenéutico solamente nos permite generar ciertas aproximaciones interpretativas. Es por esto que es imposible establecer una lectura de la obra como universal y siempre existirán elementos que podrán ser analizados de manera más precisa o desde otras perspectivas alejadas a las que se plantearon en este ensayo. Dependiendo del contexto, el momento, la persona e incluso el estado anímico, la obra será capaz de generar y acceder al espectador desde distintos lugares. Es decir, considero que la mejor manera de cerrar esta aproximación es permitiéndome salir de la figura de hermeneuta para posicionarme como espectadora y concluir este ensayo con mi manera personal de apreciar la obra de Paulo Romero:
“Triada” reflexiona sobre el carácter íntimo, pasional y carnal de las relaciones. La obra nos convierte en cómplices de la añoranza por el contacto y, por un momento, pareciera que las fronteras entre digitalidad y realidad se disuelven. Sentimos el roce de las sábanas, el calor que emana el celular, la calidez que la luz de las pantallas otorga a nuestras manos. Vivimos una experiencia sensible, somos conscientes de nuestras manos, del peso de los celulares, de los límites de nuestra piel. La obra nos produce una fuerte necesidad de contacto, de sensaciones; nuestras manos buscan con desesperación el contacto y la calidez del otro. Nos posicionamos en un ambiente de un erotismo sutil, y solo por un momento pareciera que no existen fronteras entre aquello que vemos reflejado en la pantalla, la obra y nosotros.

1 Mónica Cerrada Macías, La mano a través del arte simbología y gesto de un lenguaje no verbal (España : Universidad Complutense de Madrid, 2007), resumen de tesis consultado en: https://docta.ucm.es/entities/publication/fbb603e8-a5c2-4fa6-8cd2-4bfcc9755782 (20-05-24)

2 Miguel Calvo Santos, “¿Hay algo mas evocador que una cama sin hacer?|historia-arte, acceso mayo 25, 2024. https://historia-arte.com/obras/cama-sin-hacer

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