miércoles, 12 de diciembre de 2018

Los "Bebedores de pulque" de Angel Solano

Por Antonio Rizo Ramírez

28.11.18

"Los Bebedores de pulque" 
Técnica mixta
80 x 60 cm.
2018 

Hipótesis:Son personajes apenas reconocibles, apenas corpóreos, si decimos que provienen de la imaginación de nuestro pintor, consecuentemente tenemos que decir que provienen de sus vivencias, ya que no es posible imaginar nada que no se conozca; resulta interesante que el mundo al que el pintor se refiere, su mundo conocido, está plagado de personajes incorpóreos, fantasmagóricos.

Contexto:Las antiguas Saturnales y la embriaguez, reverberan en las actuales fiestas paganas del pueblo de Tultepec, antiguos ritos de sacrificio, ahora los cohetes de explosiones rosas reclaman la vida de sus artesanos, el rito comienza con la fabricación de los artefactos explosivos en un juego de riesgo festivo y muerte, la brutalidadde las explosiones ensordecen y perturban. 

La pólvora no se conocía en estas tierras, los españoles la trajeron para la conquista y la devastación… en Tultepec se elevan explosiones a las deidades católicas, ya no se sabe si para venerarlas o perturbarlas, abajo quedan los hombres producto del brutal mestizaje, asumen su papel, encienden las mechas y perpetúan el rito.

Autor:Ángel Solano es un pintor contemporáneo, en este hábitat cultural actual abigarrado ya no convienen gentilicios, aunque las latitudes si que importan, tampoco es caer en la tentación de la universalidad, más bien es declarar que actualmente la cultura, hoy como nunca es muy difícil definirla. Así el pintor contemporáneo, más allá de ofrecer una propuesta, aquel que se compromete con sus temas se entrega a una vibración plástica que le permita seguir explorando su pintura. 
La intención del pintorbasada en sus procesos es franca, es explícita, la pintura que nos ofrece se gesta como viene, de impulsos, si se llega al personaje es tal vez por un sueño embriagador o reminiscencia. Su proceso de producción implica etapas de planteamiento y reflexión, de repente no quita el ojo de la producción y desatiende la reflexión cuando algo aparece, pero esto es solo por momentos; en otro momento lo que se pintó previamente debe taparse, cubrirse para retrabajar algo o todo. Ese vaivén engrosa la tela de posibilidades pictóricas a trabajar, también aparecen irregularidades, si el material de secado rápido se vuelve abrupto mejor aún, el efecto resultante será a final de cuentas demostración de algo. 

Obra:¿Como esconder la embriaguez del bebedor? ¿Como evitar la embriaguez del color que el pintor reclama para sí? 
Para crear espacios en esta pintura, el color es un protagonista igualmente briago, borracho agresivo que pelea por todos lados con el personaje, de este conflicto, surgen tensiones visuales que se asocian a hedores, habituales de las pulquerías, sin embargo, también hay asociaciones a la pirotecnia de Tulpetlac, el rosa que estalla en los ojos, hace estallar también la lógica que cotidianamente se aplica para decir allí, hay un personaje, en ese sentido, ¿Qué lógica se encuentra en hacer explotar un artefacto explosivo? ¿Qué gozo primitivo se encuentra detrás?

La exageracióncomo recurso plástico expresionista, hacer referencia al pintor Chaim Soutine, eso sinuoso, eso altamente mezclado, hipérbolede materiales regurgitados en la tela, encuentran anclaje en la producción de paráfrasisvisuales de los personajes patéticos y despreciados por la sociedad falsa y pulida; aquí queda anulada la metáfora, pues el bebedor de pulque hace lo que hace, se celebra a sí mismo, él es su propia embriaguez. Los personajes de la pintura también se embriagan de forma y color, su borrachera formal entra en conflicto con la anatomía convencional del cuerpo humano, aquí se encuentra supeditada a la lógica tradicional que dicta paradigmas, este bebedor de pulque lleva tanto tiempo bebiendo que esta hecho de embriaguez plástica, de embriaguez pictórica. 

El rosa en este caso siempre está peleando, es conflictivo, rijoso, no obstante, encuentra con quien pelear, los azules y los amarillos defienden al cuerpo que integran, los amarillos sostienen el tarro y el pulque obscenamente blanco y viscoso, se coloca al centro, así lo que verdaderamente subyace es el homenaje a la bebida, a la sustancia que Dionisio nunca conoció pero que estamos seguros bendeciría.

Espectador:El color es bello, lo que en contraposición se crea en sus interacciones pues es francamente feo y abyecto. No hay que espantarse, no debe temérsele a esta pintura, y es que podríamos en algún momento identificarnos con el personaje en la embriaguez, la vida también embriaga, en la celebración, en lo vital. La invitación es unirnos a la fiesta de los personajes fantásticos, disfrutar de su desfachatez, recuperar la imaginación no solo para crear, sino para vivir, los pintores, los poetas y los filósofos construyen mil ideas, pero borrachos siempre nos dirán la verdad.
¿Qué debemos ver en esta pintura? Es la peor pregunta posible, sus códigos formales de acceso, son demasiado intrincados aún para el ojo educado, sin ser reduccionistas lo que tal ves más importe es ese color rosa, que interactúa por todos lados con todo, lo mismo transparenta al personaje, que es espacio, o mero fondo, provee dinámica cromática al vibrar con variadas cadencias en diferentes zonas de la pintura, y es que el rosa es un invasor, pero nunca puede competir con la obscuridad, aunque constantemente consigue alterar por iluminación a los otros colores, tan es así que podríamos decir esa pintura es rosa, sin embargo no es así.

La pintura bien hecha es para mirarse, la pintura es para vivirse.