martes, 10 de junio de 2008

Análisis de la Obra de Lesly Yobany Mendoza 2008-2

Como si el arte cambiara el mundo
a la obra 2008 de Giovanni Mendoza Mendoza


Y a dónde vamos a entrar, le preguntaba Mariano. Pos a ver una expo de pinturas le decía Pedro. Y pa` qué. Pos pa` ver qué nos cuentan. Quien. Pos las pinturas. Ahhh, pues.. y de quién es. De un creador joven, un carnal que quiere mostrarnos lo que piensa, y más que eso, una parte de la realidad de la vida que no estamos viendo, pero ten cuidado porque te puedes electrocutar. Y tu desde cuando andas hecho el entendido en esto del arte. Pos desde hace ya algún tiempo, y me he dado cuenta que siempre ha estado en muchas cosas, que eso del arte es solo un nombre que a unos sirve y a otros jode, y que es muy importante pues es una manera pacífica y contundente de expresión y de mejorar el estado de las cosas, habla sobre su tiempo y permite que el pasado siga vivo. Y pa qué, acaso eso te va a dar de comer. No, pero así me puedo salir de esta mierda de sistema. No entiendo.

Así, entraron con el silencio y el tiempo que normalmente lleva un espacio en el que se encuentra depositado algo que hasta ese rato es ajeno, una biblioteca, un rito, un museo, un bosque, una montaña, una selva, una nueva manifestación, el silencio que tenemos cuando algo nos llama la atención en plena Calzada de Tlalpan a las siete de la noche. Este era un espacio como cualquiera, un espacio que bien podría ser un cuarto oscuro, negro totalmente, con luces dicroicas dirigidas y reguladas, perfectamente diseñado para que las obras se muestren de la mejor manera, o bien podría ser una huelga al aire libre en las que las imágenes cumplían ya con su papel de expresar. Hicieron un recorrido silencioso, pues la plena comunicación y la estructura de las imágenes creadas por Giovanni Mendoza Mendoza, hacían que las obras tengan un fuerte impacto visual, y el espectador pare a ver, pare a gozar, a sacudirse, a reflexionar.

Empezaron a verlas. En un primer momento se encontraba el Grito(1) , una obra en la que en la parte superior está la representación de la cara de un hombre que parecería estar gritando, y en la parte inferior esta misma imagen pero al revés e intervenida a manera de un cuerpo con vísceras, el cuerpo del rostro, era una imagen gráfica de xilografía impresa con color rojo y negro sobre yute, y montada sobre una madera de una puerta quien sabe de dónde encontrada e intervenida por el autor. En esta obra el mensaje era explícito y la intención directa; era un sonido, una palabra, un grito que te aruñaba, te escupía, queriendo decirte de una manera sintetizada por la misma cualidad gráfica de la obra, que algo estaba ocurriendo. La figura era central, y me remite a aquellos retratos enardecidos de Grosz, o a la famosa imagen El Grito de Munch; sin embargo, la obra guarda una estricta diferencia: que la expresión de este grito no es intimista, mas bien parece ser el resultado enardecido de una protesta, un grito de auxilio y de terror. La superficie sobre la cual se apoyaba esta imagen tenía otras imágenes a su vez en la parte superior de dicho tabloide, en colores rojo y grises que sumado a ciertas texturas visuales y grafismos, empieza a darle más cualidad narrativa a la obra, sin embargo pierde fuerza porque la contundencia y sintetización mencionada se va con la narración.



La siguiente obra era 2010*. Estaba creada en las dos caras de otra puerta recogida por Giovanni. En la una cara se encontraba una imagen dorada con pintura serigráfica sobre fondo blanco, y con una pala incrustada atravesando la superficie, y circundada con rojo y la palabra de advertencia “ojo”; en la otra cara, se encuentra un color casi negro, manchado, que tapa unas rectilíneas de diversos colores con mucha luz cruzadas de manera geométrica. La obra está creada con una conciencia lúdica de exponerla pues en el piso estaría dibujada la silueta del autor. No deja de ser contundente e impactante, por algunas características como el color dorado y negro, el tamaño de la obra y su suciedad; pero no termina de aclarar su mensaje, demuestra confusión, pues en la cara obscura que tapa las líneas cuidadosamente construidas que podrían representar la diversidad comunitaria, o talvez algún referente a los pueblos indígenas, es tapado con el color sucio, que se contrapone bruscamente con dicho cuidado de las líneas, y a la vez por el otro lado el impacto del color dorado y de la estructuración compositiva muy natural y determinante, es atacada por el objeto que rompe la superficie, lo cual logra posiblemente en un pequeño porcentaje el propósito de “atacar”, de agredir en un acto hasta cierto punto dadaísta pero que no fragua con el carácter de los colores ni con dicha espacialidad constructiva de la obra, delata una confusión y ruido excesivo en cuanto al mensaje, y nuevamente nos quiere narrar. Esta obra, a semejanza de la anterior, nos desea hablar, narrar con el uso de elementos como las dos escrituras “ojo, y “2010”, que se exceden al contar el mensaje, que en este caso sería sobre un hecho futuro, el año 2010, a 100 años de uno de los acontecimientos más importantes de la historia de México, la Revolución Mexicana.

A continuación estaba una obra de menor formato que las anteriores y de indudable presencia, Cabeza de mierda*. Esta tiene como elemento principal en el centro del espacio una cabeza suelta o como si estuviera agarrada de los cabellos por una mano; se encuentra construida técnicamente de manera muy gestual y algo abstracta y en espacios negativos con color negro, sobre un fondo ocre posiblemente dorado. Encima de esta imagen están pegados sueltamente y sin ningún orden pedazos de estiércol. Esta obra me remite a una cabeza degollada, que en actitud dramática es presentada al espectador e incrementando su fuerza e impacto mediante las texturas reales creadas por la mierda. El uso del material, la manera de construir la imagen, guardan una coherencia altamente perceptible y que conglomera muchas caracteríasticas estilísticas de la manera de trabajar de Giovanni; las texturas, el uso del dibujo, el color en ningún momento ni espacio son efectistas, juegan un papel importante como tales, y el discurso visual es muy directo, espontáneo y meditado. Nuevamente esta obra nos grita protestando sobre una situación social decadente e inhumana; nos habla mucho más allá de lo visto, y demuestra la característica sensible y de conciencia social de su creador.



Al final del pasillo se encontraba Rojo*. Mediante el uso de dos figuras de color oscuro, hechas con encausto sobre madera, seguramente recogidas e intervenidas por Giovanni, y pegadas sobre un bastidor rígido cubierto con una tela similar a la seda de color rojo, el autor nos trasmite enérgicamente su discurso. Las figuras asemejan a un cuerpo parado al que se le está cayendo su cabeza. El rojo nos habla de la fuerza, de la sangre, de la ideología del autor. Nuevamente de forma sintética nos lanza el mensaje; directo y contundente como en la anterior obra, es imposible dejar de verla. A mi parecer este trabajo es un gran acierto pues nuevamente refiere a una crítica social con elementos de construcción visual que la hacen muy atractiva; no niega al arte, a la construcción de la imagen, más bien se afirma en él para impactar como objeto, con lo que además de entenderla como proceso, en cuanto a la manera que fue construyéndose y la importancia de éste como postura, a acto autónomo de expresión, dota a la imagen de una belleza que permite que la contemplación y el tiempo de impacto sea mayor.



Claramente nos encontramos ante un creador de objetos e imágenes que lo que desea es abrirnos los ojos, sacarnos de la burbuja cotidiana, llevarnos a sus experiencias vividas y leídas. Con un estilo propio que se puede ver en varios elementos como los colores que usa, el dominio y forma de usar el dibujo, la fuerte estructura de sus imágenes, posiblemente por la influencia de la gráfica, el reciclaje de materiales y la forma gestual de intervenirlos, logra que el espectador comulgue con su obra, se adentre en su conciencia y se conmueva.

Así también, como se pudo ver, existe un vaivén en cuanto a la actividad de Giovanni: Unas obras son meditadamente construidas y cuidadas en cuanto a la característica estética y bella de construir que le es natural, nos juzgan constantemente, y refuerzan el sueño romántico del artista de querer cambiar el mundo con una actividad tan pacífica, son imágenes realistas y envueltas totalmente en un contexto sin el cual no existirían, tanto nos hablan del hambre, de la guerra, de la injusticia, de la inmundicia, de la mierda, como nos hablan de la belleza, de la sonrisa, de la paz; Pero hay otras obras en las que se refleja la importancia que tiene para Giovanni el proceso, y su posición juzgadora sobre el arte, sobre el crear imágenes, pues el resultado termina siendo descuidado en cuanto a la forma de la imagen como tal, ganando peso la narración de los hechos y el pensamiento del autor. Es decir, existe una contradicción, que podría ser parte de un proceso de maduración de sus propuestas, pero que hoy juegan en desmedro de cualidades expresivas y virtuosas muy poderosas de este creador, que a mi parecer no deberían ser destruidas por ninguna teoría ni historia, pues más bien constituyen un válido elemento de comunicación.

Bueno y qué con lo que viste, te latió. Pues no se, siento ira, ansiedad. Ah pos, qué bueno, yo también. Vamos a hecharnos unos hotdogs. No, ya no como esas cosas, mejor unos tacos no.


1.-Me he permitido poner títulos tentaivos a estas obras, con el propósito de tener una autoreferencia para poder analizarlas con mayor fluidez.

*

Xavier León Borja
México, 8 de junio de 2008

Taller de Experimentación Plástica
Maestro Julio Chávez
Academia de San Carlos, ENAP, UNAM

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