miércoles, 28 de diciembre de 2011

Sobre la obra de Fernando Serrano Pérez

Por Xochitl Rivera Navarrete


Titulo: De Luca y Catrín, mestizo

Comencemos con la descripción de los elementos formales que se encuentran en la imagen:
Figura: Tres siluetas humanas en blanco, una mujer, un hombre y un niño, delineadas con color negro.
Fondo: Color azul en la parte superior, formas onduladas en color verde en el centro, un plano amarillo con una línea roja en la zona baja.

Los elementos de representación figurativa oscilan entre lo simbólico por un lado, en el que es clara la mención a la silueta humana aunque el fin de su colocación es referencial, no copista, lo mismo ocurre con las siluetas colocadas en el fondo, formas sinuosas como montañas verdes, sin ser detalladas, solo lo suficiente para que la insinuación funcione con el azul de la parte superior. Por otro lado lo sistemático hace presencia, el tipo de representación se posiciona en un terreno de representación dentro de códigos visuales relacionados con el lenguaje del cómic y la cultura correspondiente a la segunda mitad del siglo XX, sus soluciones sintéticas para delinear las formas, así como la presencia del plano amarillo en la parte inferior de la imagen reafirman esas semejanzas formales con el aparato representacional de la comunicación de masas, guardando una relación semántica con estas manifestaciones, pero de carácter elíptica, a nivel social.
La pintura de Fernando tiene características del genero de pintura histórica, narra la estética actual, en una esquematización lógica de las fusiones provenientes de las capas sociales históricas que se superponen una a la otra sin anularse, se mezclan regeneran y sincretizan en nuevas manifestaciones identitarias. Los personajes conservan el ordenamiento social de la familia, las representaciones son pertenecientes a tiempos anteriores funcionan como una figura paterna y materna, como padres de la nueva generación proveniente de un sinfín de mezclas de tendencias culturales. Por un lado la figura masculina con el traje del catrín danzante, por otro lado un personaje femenino de anime llamado Luca Megine, y el niño tomando la composición original de la pintura de castas, a la que responde la composición general, una repetición semántica. Nada evidente, hasta localizar el dato en el conjunto o en la referencia de texto del título.
La pintura de castas es parte fundamental en la gestación de su proyecto, las castas en su origen designadas como clasificación de mezcla de razas que resultaba en capas de diferencia de rango, derivadas de lo que impuso la corona en la época de la colonia. Pero esta vez colocados en la forma de representación propia de los recursos de la comunicación relacionados con la repetición común en nuestra cultura, en una estrategia manual que cambia y coloca en tensión metasemántica la composición. Por lo tanto en un plano sistémico.
La interpenetración constructiva de la que hecha mano para lograr una tensión semántica entre los elementos que se encuentran en la puesta en escena tiene una lógica que sobre pasa al cuadro para convertirse en una reflexión a nivel cultural, la acumulación de elementos que permiten dar una lectura se conjugan en el pensamiento del espectador.

Se encuentra en juego una transmutación icónica, pero que o llega a ser un pastiche, ya que se encuentra en armoniosa usurpación, por ejemplo, el juego de la técnica antigua del temple con la representación actual del comic, que se interpenetran de forma fundente, guardando en esencia una oposición antitética nuevo-viejo . La alteración por permutación de lo simbólico es lo que permite en juego una lectura de interpretación por medio del espectador, solo que a diferencia de los cuadros anteriores, las figuras de este se encuentran en un vacio al interior de las formas, jugando en un elipsis icónico por siluetaje, que se activa por este vació, la figura pierde identidad se generaliza al terreno de figura femenina, masculina y niño por un lado, y por otro se sitúa en la elipsis que lleva a la estética del cómic y su pertinencia en la imagen. Obliga a una lectura interpretativa de amplio rango, porque su código de representación no es duro, sino blando, y permite lecturas disonantes.
La interrelación de las representaciones humanas en el cuadro se sitúan en la lógica de la acumulación limitada, los tipos se entrelazan entre ellos, pero no pierden su individualidad entre, se interpenetran de forma adherente.
La tensión generada entre la técnica usada y desarrollada en la temporalidad de la producción visual simbólica religiosa, como lo es el temple y la representación visual a la que recurre el cuadro que es la síntesis lineal, contiene otro ingrediente en el que se compenetran la materia pictórica y la semántica en la que bien puede localizarse el oxímoron, como figura antagónica entre el uso, la técnica de aplicación y la representación visual resultante.
La repetición que se genera en el cuadro no es al interior del mismo, es más bien una presencia metafórica a la que se alude por la referencia de repetición variación, relacionado con lo masivo y repetitivo, se encuentra el elemento que se trae del exterior que es la figura con delineado semejante a la caricatura, pero el camino hacia ella es por la metonimia que deriva del símil entre la presentación de las siluetas y las reales de nuestro contexto cultural de repetición extrema. En un símil icónico que se encuentra en las representaciones comerciales de dibujos animados o historietas.
L a metáfora esta presente en el cuadro, la presencia de los tres personajes que semejan una familia, y con la referencia directa a los cuadros de castas, el cuadro se coloca como resultado de varios desplazamientos , no solo como la concepción de los cuadros de los que es tomada la estructura general, sino también coloca una identidad de grupo social y adiciona cualidades técnicas que desplazan la referencia original a otro sitio.
La imagen tiene en varios de sus elementos metáforas representativas de cada uno de los grupos sociales que aparecen, quienes gustan y se visten semejando ya sea comics, quienes se visten de danzantes y bailan para santos y los productos, en los cuadros de castas los derivados de la colonización y mezcla de razas y en el cuadro actual el producto de la hibridación sincrética, de esta forma también funciona como alegoría de un grupo social que representa.
El cuadro en general contiene una cita muy importante a las pinturas de castas, que es la estructura que determina su composición, la colocación del fondo se encuentra al igual que en las pinturas originales una mención al entorno, que hace alusión a la presente contemporaneidades, con realidades virtuales y planos indefinidos, como referencia, a diferencia de las primeras que tenían artículos contextuales, tales como macetas, insinuaciones arquitectónicas, o de paisaje, plantas, etc. En la construcción contemporánea se hace uso de plano amarillo de base, referencias al paisaje con formas curvas que aluden a las formaciones montañosas al igual que las formas humanas planas, omisas en detalles de rostro o ropa, la reducción lineal dela forma dela caricatura y el lenguaje sintético de la comunicación visual.
El título coloca a la imagen en una tensión semántica que orienta sobre la lógica en la que fue construida la imagen, colocando a los personajes en dialogo de adición de referentes lingüísticos que interactúan de forma elíptica con el significado de Luca y Catrín, Mestizo, en conjunto con la imagen y sus referentes plásticos. Bien se puede referir la soluciones plásticas con una antítesis de contenido por lo que significa un Catrín y el personaje manga de Luca, que se hibridan en mestizo, en este caso no se plantea el referente del color de la piel, pero si el de ideología, que llevara posiblemente el nombre de otro subgrupo, la hipérbole circula por las identidades de construcción social y las soluciones del cuadro.

No hay comentarios: