jueves, 29 de mayo de 2025

Retrato de Caro

Campo de operación de la obra de Enid Escalante

Por Ricardo Guillermo Arena 

 

En esta ocasión abordaré la obra que presenta Enid Escalante como parte de su proyecto “Retratos y Relatos: exploración del retrato identitario”. 

Reconozco de inmediato a la persona retratada, estoy familiarizado con el proyecto de Enid por lo que de manera natural participo en la dinámica y en seguida mi mirada se dirige con curiosidad al panel adyacente para descubrir los objetos que más allá del rostro han sido puestos ahí para expresar el trasfondo psicológico, o digamos emocional y afectivo de la persona en el retrato. Lo primero que capta mi mirada es una taza, yo tengo una igual, es un souvenir de una exposición de Van Gogh, recuerdos y afectos personales llegan a mi mente. Continúo observando cada uno de los objetos de derecha a izquierda y en trayectoria circular mientras Enid y yo comentamos. Caro se acerca, busco en su muñeca el brazalete y me muestra también el anillo de serpiente cuya presencia no había advertido en la obra. En esta primera mirada percibí a través de los 12 objetos su amor al arte, a su familia, su búsqueda espiritual personal en donde convergen el budismo tibetano y el catolicismo, el misterio representado por el espejo, la fuerza latente de la vida en una semilla de chabacano, así como la práctica reflexiva que sugieren su libreta y lapicero. Vuelvo la mirada al retrato, evidentemente ahí está Carolina, pero percibo algo inquietante que no logro descifrar al momento, me pregunto si con toda intención la autora incluyó en la obra algún elemento misterioso con el fin de ralentizar la interpretación.

Enid construye la composición a partir de la fotografía, las proporciones en el retrato y los objetos se ciñen a la realidad debido a la transferencia fiel del dibujo, presenta los objetos tal como son en una total singularización, no existe sesgo visual posible en la interpretación de estos. Sin embargo el tratamiento plástico que le da al modelado de los volúmenes, la calidad matérica de la pintura y la atmósfera lumínica, hacen presente el gesto expresivo de la mano artista, por lo que a pesar de la transferencia fotográfica no se trata de una obra hiperrealista.

Desde mi percepción existe en esta obra un elemento de extrañeza, algo difiere entre la imagen que yo tengo de Carolina y el ángulo que muestra la pintora. Como bien he mencionado, en una primera mirada no pude identificar este elemento, y no fue sino hasta comparar la fotografía con el óleo cuando me pude percatar de cierta dureza en las facciones, y es aquí donde la subjetividad del artista nos muestra su propia visión de la realidad. Un contraste entre dulzura y crudeza emerge de las fibras creativas de la autora que hace que se confronte la visión romántica con la visión pragmática, aclaro, en mi propia experiencia como receptor de la obra. Este ejercicio se ha dado como un intercambio académico dentro del ambiente del taller, el hecho de haber experimentado la obra en compañía de la autora y la modelo le dio a la recepción de la obra un carácter social en donde se propició el diálogo, sin embargo no por este simple hecho podemos determinar que en la obra se manifieste el carácter de “Estética Relacional” que plantea Nicolas Bourriaud, pues el proyecto de Enid Escalante no pretende abordar el intersticio social como objeto de expresión artística, no problematiza en la esfera relacional de manera ético-política como sugiere el concepto antes mencionado (2008: 16). Para hacer un análisis sobre el campo operativo de la obra en relación con la función estética me apoyaré en las ideas expuestas por Jan Mukarovski en su obra “Textos de Estética y Semiótica”. Este autor define estética como “la ciencia sobre la función estética, sus manifestaciones y sus portadores” (1997:148). Existen cuatro diferentes posturas que el hombre adopta frente a la realidad, estas son las posturas: práctica, teórica o científica, religiosa y la estética. Dentro de la postura práctica de la estética, Enid hace uso de sus recursos como artista, su visión y estilo, valiéndose de la fotografía y la mímesis, lo cual aporta un inequívoco grado de singularización a los objetos presentados a fin de lograr su objetivo (1997: 146), que es el de ilustrar mediante el retrato las relaciones emocionales entre la persona retratada y sus objetos personales más significativos. Por otro lado la postura estética se manifiesta cuando los objetos representados adquieren la calidad de signo. Dichos signos ofrecen al observador la posibilidad de percibir y experimentar la personalidad del sujeto retratado ya que “el signo estético alude a todas las realidades que el hombre ha vivido y que puede vivir, a todo el universo de cosas y procesos” (1997:148). La postura religiosa se puede entender también como categoría mágico-religiosa, en esta los objetos son signos de manera sustancial, una especie de amuletos, que desde una visión del animismo actúan como aquello a lo que representan, los objetos se expresan por sí mismos convirtiéndose en signos-símbolos (1997:148). El interlocutor de mente abierta e imaginativa será capaz de percibir las proyecciones sensibles de esta obra y a su vez proyectarse a sí mismo, ya sea que se identifique, simpatice o que su propia subjetivación lo haga cuestionarse, rechazar o retraerse.

En la conversación que tuvimos Enid y yo le pregunté sobre la importancia de manejar en su proyecto el formato de díptico. Le comenté que podría ser interesante fusionar el retrato de la persona con los objetos en la misma imagen, a lo que ella respondió con entusiasmo que justamente estaba trabajando en ello y me mostró una foto en la que ensambló a manera de collage, en formato digital, su autorretrato y sus objetos personales. Se trata de la obra que presentó la entrega previa con la técnica de punta seca utilizando placas de tetrapak, este ejercicio aportó a la composición un mayor dinamismo y nuevas posibilidades hacia obras futuras. Así mismo considero que la técnica de punta seca aporta un alto grado de expresividad en el trazo.

Otra posibilidad que me parecería sumamente interesante es la de incorporar al proyecto el uso del arte objeto, ya sea mediante el ensamblaje o la intervención de estos. Me parece que este proyecto puede abrirse a múltiples posibilidades de exploración y será interesante ser testigo de su desarrollo.




 Referencias
BOURRIAUD, Nicolas. “Estética relacional”. Adriana Hidalgo editora, 2008.
MUKAROVSKI, Jan. Textos de Estética y Semiótica, Gustavo Gili, España, 1977


Bibliografía

Gómez Martínez, J.L. Teoría del Ensayo. Libro elaborado a base de la página web http://www.ensayistas.org/critica/ensayo/gomez/indice.htm

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