miércoles, 12 de diciembre de 2018

Sobre la obra Rodrigo Ayala

Por Itzayana Monroy D.

TRANSICIÓN II


Queda claro que el Asemblage(ensamblaje) es un retorno al objeto y su tridimensionalidad, pero no de una forma tradicional y representativa, sino a través de construcciones de significados que se edifican mediante los deslizamientos semióticos. Recordemos que éste “podía incluir ropas, partes de máquinas, fotografías, palabras impresas, etc., cargadas de gran dosis de significados asociativos” (Marchán 2001, p.36). A partir de lo que Marchán (2001) llamará “el principio collage” iniciará la instauración de la búsqueda de la materia y “ la cosa” en la pintura. Encabezará la sospecha sobre la representación como ilusión del mundo para, en poco tiempo, sustituirla por la misma identificación con la presentación del objeto o su fragmento. 
Éste tomaba total autonomía desde múltiples vías ya formuladas en las vanguardias artísticas, y aunque fuera difícil de trazar el contorno de dicha actividad, el principio collage repercutiría en la mayor parte de la creación del s. XX; de los objetos duchampianos, a los objetos encontrados en el surrealismo, las construcciones y ensamblajes, hasta los happenings y el Land art. Significaba la querella de la relación entre la representación y aquello representado, entre la ilusión y el objeto-mundo, entre la superficie y la materia, que hará explotar los universos alegóricos del espectador y expandir así las posibilidades semánticas del objeto.

Y es a partir de estas consideraciones que la pieza Transición II de Rodrigo Ayala integra un espacio ilusorio generado desde la ilusión a través de la unificación de diversos cuerpos, así su ensamblaje procesa tridimensionalmente la creación de la pieza “encajando” cada objeto en relación, ofreciéndoles aproximaciones hasta el contacto a partir de un escenario que galvanice sus posibilidades discursivas y multiplique sus valencias semánticas. 

Vale ahora considerar desde el terreno sintáctico algunas observaciones. La pieza presenta una escala fallida, ya que podríamos ir desde los ensamblajes de Alberto Gironella pasando por Manuel Felguerez, hasta considerar a Louise Nevelson, Yanis Kounellis , o bien regresar a miles de retablos europeos donde las escalas van desde las miniaturas, hasta las imponentes proporciones catedralicias. Pero analogando con mayor cercanía, vemos a Kurt Schwitters como un referente qué Ayala ha disminuido hasta llegar a la copia reducida.

La historia del los ensamblajes asociados a la pintura, ha ido de la mano de múltiples  posibilidades asociadas a los creadores de dichos modelos, En México destacó Gelsen Glas, a través de collages surrealistas y obras de las proporciones del deportivo Bahía en colaboración con Manuel Felguerez. En otra latitud y siguiendo las analogías derivadas de la dimensión pragmática, encontramos a Joshep Cornell, quien desde una posición relativamente marginal, realizó obras qué lo asociaron a  cierto romanticismo Europeo en pleno movimiento pop en Estados Unidos. Si podemos nuevamente asociar a Rodrigo Ayala en la escala, pero no en las posibilidades narrativas ni los contextos provenientes de la calidad artística de Cornell.

Al mencionar esto no pretendo descalificar el trabajo del pintor, son simplemente observaciones desde una mirada critica argumentada que surge a partir de mi interés como pintora por los procesos y resultados creativos de mis colegas, la pieza cuenta con cualidades interesantes a las cuales nos podemos acercar partiendo de las diferentes lecturas a las que recurrimos en el taller de investigación y producción en pintura impartido por el Doc. Julio Chávez Guerrero.

La pieza alude a un plano del contenido es decir, encontramos la existencia de la pintura y la expresión de esta misma, aunque su medio comunicativo resulte impreciso en el sentido de que al no ser una representación de algo conocido el receptor no puede asociarlo con la experiencia visible, el código queda abierto a las diferentes interpretaciones por parte del espectador, llegando a ser así un código blando que aporta una expresividad pictórica pero que su significado es difícil de delimitar, como dice el texto la relación entre ambos es inestable, la comunicación que genera el cuadro no es precisa y por eso mismo como mencione arriba, queda abierta.

Detalle Transición II

La yuxtaposición de las formas a partir de métodos compositivos o técnicos representan en Transición II una metonimia plástica;La línea se convierte en conductora del objeto creando sensaciones de espacialidad, los elementos predominan dejando en tercer plano al color, es el objeto protagonista y preponderante  que habita en el espacio.

La metáfora se sabe que es un recurso lingüístico, que trata de sorprender al lector o al oyente a través de asociaciones desconocidas e incluso insólitas entre elementos, cosas, lugares, etc. En un principio solo el arte de la palabra escrita o hablada puede usar metáforas más sin embargo una metáfora pictórica en cuanto a lo matérico es a la que nos permite comprender diferentes perspectivas y posibilidades que puede tener la pintura, cito. - Procede preguntarse en que medida el mecanismo metafórico se activa en el signo plástico, o lo que es lo mismo: si formas, texturas, y colores pueden actuar como metáforas en pinturas no referenciales, o al margen de su concomitancia icónica. Toda la pintura referencial es, ese punto de vista, una gran metáfora de lo visible, como ya se ha consignado en numerosas ocasiones. Los signos plásticos dejan de verse como lo que son en su literalidad, manchas, líneas colores sobre una superficie y se busca ver figuradamente aquello que representan, por lo tanto es conveniente y de considerar ver con aprecio aquellos casos que, al margen de la función icónica (en si misma, metáfora de uso), los signos plásticos son capaces de hacer metáforas de invención -.

A partir de esto la pieza de Rodrigo Ayala forma parte del tropo metafórico plástico su carga técnica y compositiva marcan la evidencia de una practica fenomenológica donde el color con sus diferentes connotaciones simbólicas  y  las texturas, describen aquello que por signo plástico entendemos. Las metáforas del inconsciente que actúan y se plasman en el cuadro son el registro intuitivo con la plasta blanca y el movimiento de esta que fluye con el objeto.

Como bien lo menciona el pintor el valor de su trabajo reside en un investigación profunda, en metodologías y construcciones teóricas y procesos ya dominados en el léxico de su trabajo, pero sobre todo su pintura se sostiene de expectativas e intuiciones a partir de su gusto por pintar y seguir descubriéndose en ella. La vocación del pintor es genuina, la experiencia que con el tiempo ha fortalecido a Rodrigo nos deja muy en claro el gran valor que tiene su trabajo. Así bien es interesante mencionar las aproximaciones que puede tener Transición II a partir de las categorías axiológicas que dotan de características especificas a la pieza dependiendo de las diferentes interpretaciones de los espectadores.

Transición II puede sugerir en su morfología, desde mi perspectiva una lectura y construcción conforme, las composiciones y el discurso son simples, los objetos transitables, estéticamente es agradable a la vista no es propiamente bello pero esta dotado de pequeñas piezas tan sutiles que hacen a la obra atractiva para contemplar. Estas categorías especificas dotan una de tantas interpretaciones que sirguen al mirar pintura, eso es lo maravilloso de nuestro que hacer como creadores podemos crear mundos para cada uno de nuestros espectadores.

Transición II del Maestro Rodrigo Ayala nos invita a recorrerla con detenimiento, nos conduce a una reflexión sobre el espacio, el objeto y su amalgama compositiva e investigativa a través de métodos reconocidos en las obras del pintor, la experiencia como generadora de experiencias

La vivencia entonces, supone la posibilidad de adquirir conocimientos y también habilidades que sin duda enriquecerán a la persona y esta a su vez nos enriquece a partir del aprendizaje y observaciones de su trabajo, esto es algo que en lo personal encuentro en la pintura del Maestro Ayala un aprendizaje pictórico el cual que me ha brindado nuevas posibilidad en mis procesos creativos e investigativos.


Gracias Maestro Ayala por la experiencia compartida.